Por Eva Diz
Microsegmentación es una palabra feísima pero, al mismo tiempo, una declaración de amor. Microsegmentar viene a decir «escribe para quien quieras que te lea». Sin andar dando palos de ciego, picoteando de aquí o de allí. The One. Directo a quien te interesa. Ni más ni menos. Eso que nos puede parecer tan lógico cuando lo leemos, muy a menudo se nos olvida cuando redactamos nuestro contenido web.
Propongo pues, para esta semana, que todos los que escribimos un blog hagamos un ejercicio de reflexión y pensemos… ¿Para quién escribimos? Y veremos que, nuestras visitas, en su gran mayoría, son ese tipo de gente que tenemos en mente cuando redactamos algún post. Son ellos los que le dan sentido.
Muchos diréis que no, que no es vuestro caso porque escribís de todo un poco. Bien, pues microsegmentar, conocer minuciosamente a tu público, te puede ayudar muchísimo a la hora de redactar buenos post y evitarte ese mal trago de… a ver hoy qué pongo, qué cuento o de qué hablo. Y, como no, con un buen plan de contenidos web, bien enfocado hacia algo que te interese y sea interesante o útil para el resto de usuarios verás que muy pronto tus visitas son cada vez más y cada vez más ajustadas a la temática que ofreces, por variada que sea.
No obstante, de forma inevitable, la migrosegmentación de tu público te llevará a una especialización de los contenidos: Esa persona que llega a tu blog ya no llega de rebote sino que viene expresamente a leerte. El contenido ha de ser muy trabajado para no decepcionar y lograr que esa persona que ha venido hoy buscando ayuda sobre eso de lo que tú sabes mucho, vuelva. Fidelizar. Que es el anhelo de toda web, blog, red social o buscador que hay en la red. Amor eterno.
Microsegmentar es muy sencillo, basta con pararse a pensar en quién te gustaría que te leyera, a quién quieres aportarle algo, quién es tu interlocutor. Y luego pensar en qué le gustará leer, qué buscará mañana en Google o qué curiosidad le picará esta noche. Y darle eso que quiere de la mejor forma posible, con el mayor cariño del mundo. Amor del bueno.
Adelanto mi reflexión después de estas líneas y aprovecho que te tengo por aquí (y quizás no volvamos a leernos) para decirte que… A mí me gusta que me leas tú, que eres mi público objetivo y mi microsegmento. Y cada post es una declaración de amor en toda regla. Virtual, literario, entre teclas, sí, pero amor al fin y al cabo.
Sin ti, que me estás leyendo, este post no tendría ningún sentido.
Así que… gracias por la visita. Y vuelve, anda, no me rompas el corazón. 🙂