Por Eva Diz
La clave del éxito: Crea tu reputación online y mímala, mucho. La red es un mundo de ventajas para nosotros los periodistas. Están ahí y hay que saber aprovecharlas. Las ventajas son infinitas: Ser reconocido, lograr abrirte hueco en un sector determinado, encontrar un puesto de trabajo nuevo y/o mejor… Pero saltar a la primera línea de fuego, siempre es duro, trabajoso y, una vez conseguido, arriesgado.
La reputación online es el resultado de mucho esfuerzo, tiempo, paciencia y… maña. Pero, como para todo, hay trucos para perfilar mejor y más rápido tu reputación, para llegar antes a donde quieres y como quieres. Uno de ellos es la persuabilidad. Un concepto relativamente nuevo y con largo recorrido. Normalmente se aplica a las páginas web más orientadas a la venta pero, ¿quién no vende algo hoy en día?
Tu objetivo es venderte a ti mismo y, para ello, lo primero es conocerte (no en lo profundo, eso suele llevar toda la vida ;-D), saber cuál es tu propuesta de valor: «Hola, soy Eva y soy periodista». Bien, y otros mil también. ¿Entonces? Pues comienza la búsqueda de lo que te hace diferente, valioso, atractivo, interesante, casi imprescindible y céntrate en eso. Cuéntale al mundo lo que eres de la mejor forma posible (eres periodista, ¡sabes de sobra cómo hacerlo!) y trata de transmitirlo en absolutamente todo lo que hagas en la red.
El diseño de tu página personal, la presentación de tus trabajos, los propios trabajos que seleccionas para mostrar, tu currículo, todo. Reorganiza todas tus armas hacia ese nuevo concepto supremo que eres tú, el «periodista y algo más», y difúndelo: Facebook, Twitter, Google Plus, Pinterest… Cuida tu conversación, tus fotos, tus artículos. Todo. Haz que la gente quiera conocerte. Primero, atrae y, luego, convence.
Convencer al usuario. Esta es la segunda parte del trabajo: No basta con crear un misterio y una curiosidad hacia nosotros si luego no sabemos resolverla de una forma satisfactoria. Eso es como un cuento mal acabado. Supongamos que has hecho muy bien la primera parte, la gente te ha visto en redes, compañeros del gremio se han quedado con tus opiniones, alguno hasta ha leído algún texto y ahora, muchos quieren saber más de ti, confirmar que merece la pena apostar y dedicarte un hueco en el Delicious o en el Google Reader.
Aquí es cuando es más necesario persuadir al usuario: Tienes que convencer a tus visitas de que te compren. Ya estás bien posicionado y ahora has de ganarte la confianza, sumar credibilidad. Utilzia tu contenido, trabájalo, ofrécelo de una forma diferente, analiza qué dan los demás y busca nuevos caminos. Distínguete, pero sin salirte del marco que tu propia reputación te marca.
Entiende a tus lectores, estudia a través de las estadísticas de tu página y de las de otros, qué temáticas atraen, qué formulas, qué diseños son más apreciados. Abre debates, invita a la participación, haz que el lector sienta que contigo puede hablar y que puede aprender mucho de ti: Descúbrele cosas nuevas, soluciona problemas, recomienda, comenta, cuenta lo que haces que le pueda interesar o ayudar a tu audiencia. Convénceles de todo lo que vales. Y disfruta haciendo lo que te gusta 😉
PD: Si queréis saber más de persuabilidad, aquí os dejo www.persuabilidad.com, la web de Multiplica sobre el tema. Muy recomendable. Ya me contaréis 🙂