Inauguro el sábado con buen humor y mejor letra. Con Rayuela de Julio Cortázar. Intentando ordenar mi mundo un poco me he encontrado una de esas hojas de libretas escritas hasta en los bordes con anotaciones del libro. Y, entre todas ellas, allí estaba ella:
«Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo».
Magnífica. Valiente.
Muchos que yo me sé (y que todos sabemos) deberían aplicársela. Aquí la dejo, para que la compartáis y para los que se den por aludid@s. Yo, desde luego, estoy ya en plena práctica.