Por Eva Diz
Ser community manager en estos tiempos se está convirtiendo en algo tan deseado que muchos son los que se lanzan a este mundo sin pensarlo dos veces. Y no es que haya mucho que pensar: la profesión que han consolidado las redes sociales (porque sí, el gestor de comunidad existe desde que los foros son foros y el IRC funcionaba sobre aquella pantalla negra con letras de colores… ¡qué tiempos!) es una de las pocas que no está sufriendo los efectos devastadores de la crisis. Y una de las que mantiene un nivel salarial medio digno (aunque eso depende de a quién le preguntes…)
Conozco a mucha gente (muchos de ellos periodistas como yo) que se han planteado iniciar esta nueva aventura… Y todo el mundo tiende a creer que ese trabajo consiste en poco más que abrir un Facebook y ponerse a hablar con la gente, decir qué hemos comido hoy o qué vamos a tomar esta noche. Lo siento, pero no. Siento romper ilusiones, decepcionar a la audiencia y quebrar sueños pero el que crea que como community manager puede ganarse la vida posteando estados en Facebook sobre el color de las zapatillas que lleva puestas hoy, va muy desencaminado.
No se trata de hacer una tesis doctoral o redactar sesudos comentarios sobre el tema que ocupe a nuestra comunidad, pero ser commnunity manager requiere esfuerzo, planificación, buen contenido, mejor redacción, vigilancia permanente y atención cuidada, rápida y eficaz a todos los miembros de la comunidad. De lo contrario, estaremos fracasando, engañándonos y desvirtuando una profesión que, sí -lo creo realmente-, puede sacarnos de pobres y hacernos volver a disfrutar en el trabajo.
Aunque lleva años en vigor, el gestor de comunidades es un perfil profesional del que poco se había hablado hasta ahora. Sus funciones y responsabilidades pueden variar en función del tamaño de la empresa/marca para la que trabaje, del proyecto/campaña y de si se trata de un profesional en plantilla, freelance o de agencia.
Tomemos como muestra un botón y pensemos en una empresa de pequeño mediano tamaño. ¿Qué tendría que hacer su community manager? Pues… de todo un poco. Hugo Zunzarren lo detalla en un pequeño listado, ampliable o reducible de acuerdo con el tamaño del departamento de comunicación online que tenga la empresa ( o si no tiene):
- Encontrar buenas fuentes que alimenten su discurso.
- Tener una buena cultura de la empresa para poder responder eficazmente a quienes lo soliciten en las redes sociales (si tienen, por ejemplo, dudas sobre un producto, sistema de pago, atención al cliente, etc.).
- Tener nociones de comunicación para poder atajar crisis incipientes (clientes insatisfechos, ex empleados descontentos, acciones de la competencia, etc.)
- Tener circuitos internos de información que le indiquen las novedades, las acciones que la empresa va a emprender o interlocutores a quienes comunicar las tendencias en cuanto a necesidades que va detectando (producto, Marketing, RRHH, SAT, etc.).
- Conocer herramientas de comunicación online (sindicación de contenidos, alertas..).
- Conocer herramientas de reporting.
- Dominar las redes en las que esté la empresa según la estrategia de comunicación establecida para una línea editorial concreta, (Facebook, Twitter, Youtube, Pinterest, Viadeo, etc..).
- Tener nociones de blogging.
- Conocer herramientas de medición de resultados (notoriedad, influencia, alcance, impacto),
- Tener nociones de publicidad (ya que va a ser quien propague el mensaje corporativo en forma de publicidad).
- El SEM-SEO, el lenguaje HTML no le deben, tampoco, ser desconocidos.
En esencia, el community manager no es el que redacta el contenido, sino que lo difunde de la mejor manera posible para llegue y sea comprendido tal y como nos interesa por el mayor número de personas que conforman nuestro target. Además, ha de recoger el feedback de ess personas y transmitirlo a la empresa. Por eso, hay que tener cuidado con el optar por un community manager para todo, ya que si está a mil cosas, pocas podrá hacer realmente bien.
El community manager es así un perfil complementario al del content curator del que hablaba el otro día, un profesional más volcado en la gente, más cerca de los servicios de atención al cliente que del redactor de un periódico. La opción ideal sería que todas las empresas tuvieran un content curator, encargado de detectar, seleccionar, filtrar, revisar y reeditar con valor añadido la información/el contenido que a la marca le interesa transmitir, y un community manager entregado a su comunidad que será el que se encargue de darle a la comunidad ese contenido de calidad que proporciona el content curator. Y aún podría haber un perfil más, el más estratega, el responsable del área de redes sociales… el social media strategist, el que piensa, define y diseña el plan de acción y contenidos en redes.
Ambos trabajos son trabajos de verdad, para los que hay que estar formado y preparado y para los que, no, no vale cualquiera. Pero todo el mundo puede aprender 🙂 o casi. Lo imprescindible es que uno tenga pasión absoluta por lo que hace, esa -en mi opinión- es la única forma de soportar los días duros de trabajo y de disfrutar de verdad los buenos.
Y bien, ¿tú de quién eres: content curator, community manager o social media strategist?