Por Eva Diz
Posicionamiento o SEO. Permitidme que hoy dedique el post de la semana a una reflexión. Posicionamiento y SEO pueden llegar a parecer lo mismo (en la mente de mucha gente lo son), pero no. Son muy distintos. Y la diferenciación no es mía (ojalá) sino de Javier Casares, uno de los mayores expertos en SEO de nuestro país, que ahora está en pleno cambio profesional -atentos a algo llamado Kept It Simple Lab-, y eso siempre ofrece nuevas perspectivas sobre las cosas.
Posicionamiento no es lo mismo que SEO. Esta frase resume, en mi opinión, la auténtica esencia de lo que hemos venido viendo en las últimas semanas: Puedes buscar únicamente el posicionamiento, usar trucos, técnicas (incluyendo las poco éticas –BlackHatSEO-) y herramientas y llegar a obtener una buena posición… al menos durante un tiempo. Eso es posicionamiento. Pero eso no garantizará que tu tráfico sea de calidad, que tu tasa de rebote sea baja, que tus conversiones aumenten y tu imagen de marca también. Eso sucedería si, en lugar de limitarte a buscar ante todo y contra todo tu posicionamiento, buscaras hacer un buen SEO para tu web.
La mayoría (yo me incluyo hasta hace unos días) creemos que son sinónimos y, de hecho, a menudo se usan como tal, pues es cierto que un buen trabajo de SEO te reporta un buen posicionamiento. Pero, en esencia, son diferentes. Y la diferencia radica en el planteamiento. Casares, que lleva en esto desde 1999, defiende que uno no debe volverse loco en intentar posicionar una web para 4 o 5 palabras clave, cada una para su página, con sus metaetiquetas, sus palabras estratégicamente repetidas como si fueran cuentas de un rosario… NO. él aboga por un trabajo bien hecho, fino, cuidado en todos sus detalles: desde la tecnología (con el muro hemos topado, amigos periodistas), hasta el contenido y la red social. Sin obsesiones, solo buen trabajo.
¿Y cómo se hace bien? Pues pensando en el usuario. Como cuando escribes una página de un periódico y quieres que te lean a ti y no al de la página 4: Pasas tiempo con los maquetadores buscando la mejor solución; hablas con el fotógrafo, seleccionas la mejor imagen; estudias el titular una, dos y hasta mil veces; haces destacados bien pensados; el subtítulo, la entradilla con gancho, un texto redondo, de esos en los que casi estás más orgulloso del final que del principio… Todo eso que en nuestro día a día hacemos sin darnos apenas cuenta, eso, es SEO en papel, señores.
Y en Internet funciona igual. Hay gente que hace un buen titular y luego el texto no vale ni para dedicarle dos minutos. La red es peor: 2 minutos de tiempo en un blog es como para estar satisfecho. Hay usuarios que nada más entrar, en cuestión de un segundo, se van. Zas. Sin compasión. Eso es porque sales posicionado para algo para lo que no aportas realmente algo importante, interesante, atractivo, útil o curioso. Háztelo mirar.
Poco ganas a largo plazo saliendo entre los primeros en Google para las palabras clave que meticulosamente has seleccionado si luego el aporte que haces en Internet te convierte en un sitio en el que la gente no pasa ni un minuto de su tiempo. Es más, la imagen que se llevarán de ti será más bien mala que buena. Y eso, una vez pasado un tiempo, es un estigma que empieza a pesar.
Hay mucha gente que lo hace. Cuidado, puede que muchos te ofrezcan servicios encaminados a lograr una buena posición. E incluso puede que en un momento dado, para un objetivo concreto, te interese. Pero piénsalo bien…
Si tienes que elegir, elige hacer SEO. Cuida tu sitio. Cuida tu servidor, tenlo cerca. Vigila la velocidad de descarga de tu web, mímala: Baja esos malvados (aunque estupendos) elementos de javascript al final de tu código, sube los CSS (hojas de estilo), marca el tiempo de caducidad de un contenido, dile al navegador si es útil o no que el usuario se descargue según qué… Pónselo fácil. Sé que esto os suena a chino a muchos de vosotros (a mí, la primera), pero está bien conocer lo básico para poder pedírselo a tu desarrollador web de confianza. Ellos saben de qué va todo eso 🙂
Y, así, tú podrás dedicarte a lo que de verdad es lo tuyo: Generar contenido útil, innovador y multimedia que sorprenda al usuario, lo retenga y, sobre todo, lo haga volver.
Un usuario que repite es un tesoro. En prensa, se le llama suscriptor 😉