Formación para parados (I)

Por Eva Diz
Formación para parados. Permitidme que me dé la risa, aunque la cosa no tenga ni pizca de gracia. Somos cerca de 5 millones de personas en España que estamos en paro. Casi 5 millones que tenemos que buscar la forma de que en la próxima oportunidad que se nos presente nos elijan: Nosotros frente a todos los demás. Lucha a muerte que gana el que acepta cobrar un sueldo de mierda, hacer horas extra sin titubear y cargarse en la espalda las tareas de las tres personas que antes hacían eso mismo. Y que, ahora, están en la calle.

El paro entre los licenciados, que es el difícil mundo que conozco, es de lo más frustrante: Ocúpate estudiando, te dice el Gobierno. Ocúpate en un cursito, conoce gente, genera contactos, fórmate, prepárate, aprende, mejora… Nosotros te ayudamos. Trabajamos para ti, que reza el hiriente eslogan del Ministerio de Trabajo en su página web de desempleo.

Trabajan para mí… Mire, yo lo que necesito no es que trabajen para mí, es que me dejen trabajar. Pero, de eso ni les hables. Tú, fórmate y calla.

Pero nada es nunca tan sencillo. Un licenciado con x años de experiencia se queda en paro y dice: Vale, aprovecharé para estudiar. Para aprender cosas que, en mi sector, me sirvan para ser diferente, para ofrecer un valor añadido, para destacar… Perfecto, hasta ahí, chapeau. Entonces, es cuando uno inicia la búsqueda del curso adecuado y se da de bruces con la cruda realidad.

La nueva economía española es un cuento chino. Una estupidez rotunda que ha alimentado decenas de titulares y cientos de noticias huecas. La nueva economía es la de siempre a la espera de que amaine el temporal. Y si quieres estar a la altura, aquí tienes tus cursos para adaptarte a las necesidades del país: Cocinero, camarero y maître, guía turístico, soldador, técnico de estética y depilación, patrón portuario, conductor de camión…

Todas profesiones imprescindibles, absolutamente necesarias y vitales para España, pero… ¿Y los demás qué? Los que tenemos una carrera a nuestras espaldas, los que hemos invertido en una buena formación ya durante años, ¿qué hacemos?¿lo dejamos todo (sueños, vocación, experiencia…) y volvemos a empezar de cero?

Un colega de profesión lo ha hecho. Y está feliz. Sin dejar de ser lo que es: un gran periodista… Empezar de cero, coger un nuevo camino, reconstruirse desde el principio. Puede ser la solución para muchos de nosotros. No lo dudo. Pero no creo que sea la solución de todos. ¿O sí?

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PD o si no lo digo reviento: Los parados se tienen que reciclar… ¡¿Reciclarse?! Que erradiquen ya este término del vocabulario para referirse a la gente que se ha quedado sin trabajo: Las personas sin empleo no somos ningún juguete viejo, ningún trasto inservible. Somos el resultado de la incompetencia y la avaricia de algunos que sí merecen un buen proceso de reciclado. (Hala, ya lo he dicho)