Por Eva Diz
Fiel a mi último post, he dejado el blog en estado de paro vacacional durante la última semana. Seguro que muchos me habéis echado en falta (más os vale!), pero entenderéis pronto mi ausencia: la semana pasada cumplí 31 años, dejé de forma definitiva el trabajo donde llevaba afincada tres años y medio, me dediqué a ir a charlas sobre cómo convertirme en emprendedora y me hice unos macroanálisis de sangre que casi me dejan sin aliento (los que me conocen saben lo duro que fue). Luego, casi sin enterarme, llegó la semana santa.
Total, que lo del paro vacacional fue una mera excusa para tomarme una semanita libre de posts, una semanita para pensar, para escribir mis últimos teletipos, para coincidir con algunos de mis compañeros en las ruedas de prensa, para estrenar año nuevo y vida nueva empezando a encauzar mis próximos movimientos.
Algunos andáis pendientes de esa idea que me ronda, que he ido dejando caer en los post anteriores, en algunos encuentros y varios cafés. Pues bien, la idea ya tiene nombre y dominio en internet: www.zinkfo.com
ZinKfo -esta cosa tan extraña que al principio suena raro, luego engancha- es el resultado de decenas de folios escritos hasta no dejar ni una margen en blanco, es el elegido entre los más de 200 nombres que escribí durante esta semana santa. Es el gran finalista junto con otro que no he dejado escapar del todo y me guardo como as en la manga.
A los que han colaborado en este difícil (de verdad, complicadísimo) proceso de elección, les agradezco infinitamente la paciencia porque estos días no tenía mente para nada más y mis bombardeos y exigencias de opinión eran constantes. Incluso llegué a plantear votaciones improvisadas de lápiz y papel en las cenas de amigos, votos que valen su peso en oro: Sin vosotros, esto no sale.
La búsqueda de un nombre es algo delicadísimo (ahora entiendo a los que sois padres) y en el caso de internet he de advertiros que es bastante frustrante. En la red como en la vida hay pocas cosas o nombres que no se hayan inventado ya… Y encima, hay que ser original pero no pasarse, evitar asociaciones poco apropiadas, vincular el nombre a lo que quieres ofrecer, que sea sonoro y reconocible, que tengas libre el .com y el .es por lo menos, etc, etc… vamos, puro encaje de bolillos.
Hoy hasta me río, pero creedme que ha sido un parto difícil y con dolor (lo siento por todos esos nombres que se han quedado por el camino). Solo espero que el resultado os acabe gustando.
Seguid atentos, pronto habrá más pistas.