Feliz mesiversario

Por Eva Diz
Si esto fuera un libro, el post de hoy sería esa página previa, casi blanca salvo por ese par de frases que, en realidad, alojan cientos de emociones sinceras.  Y si esto fuera una dedicatoria, sería para vos.

Hace un mes y cuatro días que abrí este blog. Desde entonces, se ha convertido en el altavoz que me permite contaros a todos (conocidos y por conocer) lo que me va pasando en esta nueva etapa de la vida que me ha llegado por casualidad.

Hace apenas un mes y, hoy, al mirar las estadísticas he visto que os habéis interesado por mí más de 1.500 veces… No sé qué decir, a parte de sonrojarme y pensar que ojalá pudiera escribir de tal forma que a todos os siga mereciendo la pena pasaros de cuando en cuando por aquí y así poder seguir disfrutando de vuestra virtual compañía.

Aprovecho el mesiversario pues para deciros gracias a todos los que habéis logrado esa cifra (más de 1.500!!!) y confesaros que cuando me pongo delante de la pantalla (bueno, detrás de la vuestra) me siento como si estuviéramos tomando café un grupo de amigos, hablando de lo divino y de lo humano, contando cada uno lo suyo.

Aquí transcribo cada día mi parte de la conversación, aunque me encantaría que todos dejárais la vuestra en la zona de comentarios, porque todos tenemos algo importante que contar, que compartir.

Ahora que estoy inmersa en ese proceso de reconversión a periodista 2.0 y que, como os decía en un post antiguo, me he dado a los libros de divulgación, me encontré en una de esas páginas que tratan de ayudarnos a desenmarañar la red esta cita de Alejandro Piscitelli. Aquí os la transcribo porque me vi reflejada en ella como en un espejo. Seguro que a muchos os pasa. Ahí va:

«Muchos de los bloggers (…) son tímidos y arrogantes, anárquicos y caóticos, ciclotímicos e inconstantes, oportunistas y buscamundos. Poseen cierto grado de iconoclastia y cierta temeridad, pero también cierta fatiga frente a lo cotidiano y obvio, lo cual tal vez constituye la causa de que solo unos pocos los lean».

Gracias a esos «pocos» que, creedme, para mí sois muchísimos. Feliz mesiversario.