Por Eva Diz
El trabajo de un SEO ha cambiado mucho en los últimos años: la optimización de una web o blog para buscadores no ha sido ajena a los importantes cambios de comunicación social que se han desarrollado en la red. Google ha querido dar respuesta a su manera a toda esta nueva realidad y, además de poner en marcha una red social propia (con más o menos éxito), ha introducido muchas condiciones -cada vez más vinculadas a las relaciones y recomendaciones sociales- que han obligado a replantear y adaptar ciertas técnicas SEO tan básicas como la consecución de enlaces entrantes de calidad o la generación de autoridad para el dominio.
Aparecer los primeros en la página de resultados para las palabras que a uno le interesan pasa por un trabajo mucho más volcado en la generación contenidos de calidad… con un autor de calidad. El gigante de las búsquedas ha dado numerosos pasos para facilitar a los autores del contenido que se difunde en la red la posibilidad de desarrollarse como tales. Es, grosso modo, lo que se conoce como Authorship de Google: todos tus artículos pueden ser identificados con tu nombre, apellidos y foto y vinculados a tu perfil personal desde la misma página de resultados del buscador. Es decir, si tú eres un experto en información económica y yo busco algo así como «información + económica» en Google es muy probable que, si eres un autor prolífico y valorado en la red, salga un resultado tuyo personalizado.
La idea de Google es simple: el buscador considera que si tú firmas un contenido con nombre y apellidos es porque estás orgulloso del mismo, por tanto, lo más probable, es que sea de buena calidad. Esto es, su promesa de mostrar los mejores resultados de búsqueda se cumplirá siempre (o casi). Tú eres el primer responsable de ese contenido. Tú eres el primer voto de calidad. Pero si, además, cuentas con un buen número de lectores habituales, gente a la que le gusta lo que escribes, diseñas o grabas, que comenta en tus contenidos, que te comparte en sus redes sociales, que te regala un +1 (sí, ¡benditos +1s! bienvenidos sean) pues no solo aparecerás en los resultados con tu nombre y apellidos sino que aparecerás de los primeros. Y esto significa más tráfico, más seguidores y, de nuevo, más valor como autor de acuerdo con los rankings y criterios de Google.
Sí, el sistema te suena porque es el mismo que, tradicionalmente, han utilizado los periódicos y las marcas colocando al frente de sus páginas de opinión o sus programas de cabecera a las mejores firmas, las más conocidas, más expertas, más valoradas/apreciadas por el público… Solo que, en este caso, no necesitas el respaldo de una gran cabecera de comunicación para lograrlo. Si eres creativo, constante y consciente del valor de tu marca personal podrás llegar a construir en torno a tu nombre u na imagen profesional firme y duradera que, con mucha probabilidad, te dará la posibilidad de conseguir trabajos y colaboraciones muy interesantes.
Conseguir ser una firma respetada en el mundo online es relativamente más sencillo. Mucho más, incluso, si el que se lo propone es periodista o bloguero profesional, personas acostumbradas a generar contenido de forma periódica y, en la mayoría de los casos, con gran capacidad para comunicar y conectar con el público.
La clave está, precisamente, en generar contenido de calidad para un público que esté dispuesto a leernos (es más, que esté dispuesto a buscar nuestro contenido y compartirlo), hacerlo de forma frecuente en uno o varios sitios online y comentarlo y difundirlo a través de nuestros perfiles sociales. Así de fácil… y de complicado.