Por Eva Diz
El SEO está de moda, señores. Sí, y tanto que no me extrañaría nada que un día de estos saliéramos todos en manifestación de apoyo y respeto (¡Se nota, se siente, el SEO es referente!) por esta rama del marketing online que a más de uno nos da de comer, incluso en tiempos de crisis. Hablo del SEO social que, como ya he comentado en otras ocasiones, it’s the future, maifrén, pues hoy no hay SEO que valga sin aliarse debidamente con una buena estrategia en redes sociales y una planificación de contenidos cuidados, periódicos y bien estructurados.
En los últimos tiempos, los propietarios de sitios web y negocios online han dejado esa obsesión ciega por estar en redes sociales y parece que están empezando a entender que una estrategia que no pivote sobre el contenido y una buena estructura web no vende. No engancha. No sirve. Y no lo digo yo, sino todos los colegas con los que a diario trabajo y que están viendo como la balanza se inclina hacia el contenido más que hacia la conversación.
Se nota también en la gran cantidad de personas con las que me encuentro y que están intentando reinventarse dando el salto al mundo del posicionamiento en buscadores: desde aquí, todo mi ánimo (Yes, we can!), porque para un periodista o un creativo no es fácil adaptarse a un trabajo tan metódico, técnico y estricto como el SEO, que exige tantas horas de ordenador, tantos excells y una redacción tan milimetrada. Pero, compensa. Y, con el tiempo, resulta emocionante (e incluso divertido, a veces ;P ).
¿Qué es el SEO?
Aunque poco a poco va calando, mucha gente sigue todavía sin saber qué es SEO o cuáles son los beneficios que puede reportar a un negocio online. De hecho, es habitual ver páginas web de reciente creación que no han tenido en cuenta una estrategia de posicionamiento en buscadores antes de ser desarrolladas, muchas incluso siendo negocios puramente basados en Internet y enfocados a la venta online. ¿Qué significa esto? Que esos negocios tendrán que multiplicar sus esfuerzos y su gasto en otras herramientas para poder ser encontrados en Internet: pagar más campañas SEM para aparecer en los resultados promocionados de Google, hacer una estrategia más fuerte en redes sociales orientada a dirigir tráfico de calidad a la web, hacer promociones offline y publicidad en medios de comunicación online y tradicionales… Y, aún así, es posible que no logre el posicionamiento deseado. O que lo logre solo por un tiempo.
El SEO (Search Engine Optimization) consiste precisamente lograr un posicionamiento adecuado y ajustado a los objetivos de negocio marcados por el cliente, prolongado en el tiempo, sólido ante la competencia y efectivo para la conversión. Se trata, en definitiva, de saber tocar las teclas indicadas para que una web salga o no en los primeros resultados de Google. ¿Quieres tener una tienda en la mejor avenida comercial de Internet? Bienvenido al SEO o posicionamiento orgánico en buscadores.
Formación SEO: no lo dudes
La mayor parte de los SEOs consolidados hoy en España son autodidactas: empezaron cuando nadie sabía ni remotamente qué era eso. Apenas conocíamos Google y, desde luego, Internet no era lo que es ahora. Ellos crecieron con el buscador. Son SEO nativos, expertos allí donde gente como yo solo ve arenas movedizas. Muchos te dirán (yo la primera) que la mejor biblioteca de SEO es, precisamente, Internet: navegando por los principales blogs de SEO de Estados Unidos (sí, el inglés es imprescindible si te quieres dedicar a esto) y siguiendo a los más destacados SEOs de España puedes conseguir una muy buena formación. Sólo necesitas fuerza de voluntad, tiempo (mucho) y capacidad de organización.
Así que, lo primero e imprescindible: un buen Google Reader en el que incluyas todas esas fuentes de referencia valiosísimas que hay en Internet (prometo hacer pronto una recopilación de mis #MustRead de SEO). No solo te servirá para iniciarte en este mundo sino que, para los ya iniciados, es vital para seguir actualizado cada día: el SEO está en constante evolución. Por eso es una disciplina tan exigente.
Además de Internet, recomiendo algún libro de referencia sobre Google y cómo el gigante de las búsquedas ha cambiado la forma en que la sociedad se enfrenta a la información (¿Y Google cómo lo haría? del gran Jeff Jarvis). Tampoco debe faltar en una biblioteca SEO un libro de Fernando Macià: uno de los mayores expertos en SEO de España y, en mi opinión, uno de los que mejor lo explica todo. ¡Es incluso capaz de hacer que parezca fácil!
Si después de este primer acercamiento a la disciplina sigues creyendo que esto del SEO puede ser lo tuyo, te invito a que profundices en alguno de los cursos y máster que se han ido desarrollando (y perfeccionando) en los últimos años en España. Es cierto que en el tema de la formación hay que ir con pies de plomo y asegurarse muy bien de dónde está invirtiendo uno su dinero (porque sí, son caros y, no, la formación en este país no desgrava). Los profesores y el temario suelen ser clave a la hora de decantarse por uno u otro. Lo que te recomiendo es que primero investigues, te documentes y pidas opiniones. Ni siempre el más caro es el mejor, ni el barato es una oportunidad.
¡Ah! Y, si puedes, no te quedes solo en el estudio de SEO, apuesta por formación complementaria en marketing online: el SEO es solo una pata de las muchas que tiene este nuevo mundo de la promoción en Internet y todas son interesantes y están interconectadas. Te servirá para ver todo de forma más global y te ayudará a ir enfocando y concretando más tu propio estilo de trabajo. No todos los SEO somos iguales… 😉