Por Eva Diz
Adsense o cómo rentabilizar tu blog. Hay un momento en el que la cuestión se hace inevitable, para unos llega tras los primeros 40 post, para otros, tarda años y carpetas de post interminables. A mí aún no me ha llegado. Y contesto así a Roberto, que el otro día compartía con nosotros un interesante comentario sobre el valor del periodismo y las oportunidades que tiene en Internet en la entrada sobre el SEO social. Pero me gustaría responder también a Carmelo que, en el mismo post, comentaba su intención de lanzarse al maravilloso mundo de monetizar los esfuerzos de escribir una bitácora.
Adsense es una herramienta perfecta, cómoda y relativamente sencilla de ganar dinero con tu blog: Google te paga por poner anuncios de sus clientes de la red de display de Adwords en tu página. La interfaz del servicio es muy similar a la de Adwords: Básica y simple, pero con un montón de facilidades, como la creación de informes de rendimiento, que te servirán para extraer también datos del comportamiento de tus visitas y sus gustos.
El alta en el servicio se puede hacer con solo tener una cuenta de Gmail, pero no es inmediata: Tu petición la revisará un trabajador de Google de forma manual. Aún así, nunca suele tardar más de un día. Así que, sin prisa pero sin pausa.
El servicio te permite elegir entre formatos gráfico y de texto o combinar los dos modelos. Puedes seleccionar las ubicaciones, controlar el formato, el estilo (colores, por ejemplo) y el tamaño de los anuncios que se visualizan en tu página; asimismo te dejará filtrar y bloquear anuncios de competidores o de productos que no consideres adecuados para tu público.
Otra fórmula de Adsense que puedes ofrecer en tu blog es una caja de búsqueda en Google y acotarlo a que busque solo en las páginas que tú consideres (por relación temática, porque te fias más de ellas que de otras, etc.). Los anuncios de Google aparecerán no en tu blog directamente sino en la página de resultados que imprima ese buscador personalizado que has integrado en él. Es, por tanto, una fórmula menos intrusiva que la de que los anuncios aparezcan en tu página… Eso sí, piensa que cuanto más discretos y disimulados estén los anuncios menos rentables te serán económicamente.
Porque ahí está el quid de la cuestión: Con Adsense no cobras por la cesión de tu espacio (El llamado cobro por impresiones, antes muy usado por prensa digital pero cada vez más en desuso, más centrado en campañas de branding), sino por cada clic que tus visitas hagan en esos anuncios. Y para que se note, has de tener una buena media de visitas ya que, de todos ellos, un escasísimo tanto por ciento será el que interactúe con los anuncios de Google que tú permites en tu blog.
¿Compensa?
Pues con eso pasa como con los colores, que es para gustos 😉
Y tú, ¿qué opinas?