Por Eva Diz
La historia de mi virus es algo que muchos conocéis porque, por desgracia -y por mi culpa-, también es un poco vuestra historia. Esta semana he tenido un virus 360º. Sí, hace ya 8 días que arrastro un resfriado persistente que viene y va pero nunca cesa. Y hoy he pillado un trancazo brutal vía Twitter del que os he hecho partícipes a todos muy a mi pesar.
La curiosidad mató al gato (en mi caso, a la periodista). Esta mañana tenía varios avisos de DM en mi email de diferentes personas conocidas, una de ellas, de total confianza. Casi de forma automática, abrí en una nueva pestaña el link que me enviaba sin ni siquiera prestar demasiada atención al contenido. De hecho, abrí unos cuantos links de unas cuantas personas. Nada extraño sucedió. Y me fui a la playa, con el sol en lo alto y el libro Indignation de Philip Roth en mi cesta, en avanzado estado de intriga y adicción. El domingo perfecto.
A la hora de comer, esperando la paella, decidí mirar en el iPhone qué tal iba el día de novedades. No abrí Safari, abrí Twitter… Y flipé. Varios de vosotros me avisabais de que os estaba bombardeando con un virus. ¡¿Yo?! Pero… ¡Si yo no había hecho nada! …¿O sí? Revisé mis DM y allí lo vi: Alguien había mandado como 300 mensajes directos desde mi Twitter a todo dios. Me quedé muerta. No podía ser. Mecagoensuputamadre.
Nunca sabré quién fue, el virus me llegó a través de otro, al que le llegó a través de otro y otro y otro…
Traté de cambiar mi contraseña desde el teléfono (como muchos me recomendasteis -¡gracias!-) pero no pude: Se me acabó la batería y aquello seguía sin solución. Así que, me comí la paella con todo el agobio encima, recogí mis trastos y me vine a casa.
Acabo de cambiar todas mis contraseñas. Una por una. Y aún sigo un poco angustiada.
Quiero deciros a todos los que me pedíais que dejara de enviaros virus que yo no envié nada: Alguien lo hizo por mí y lo hizo con todos, sin distinción. No obstante, siento haber abierto el link que abrí (ya sé cual fue –nunca abráis algo que diga «Bad blog going around about you, heard or seen it yet?» y vaya acompañado de un link, aunque os lo mande vuestra madre–) y siento haberos causado cualquier problema, de veras.
Ahora os puedo asegurar que, después de haber pasado por esto, soy la persona más vacunada contra los malware de todo el planeta. Ni el mismísimo Norton, vaya. No hay mal que por bien no venga, dicen.