Por Eva Diz
Esta es la semana con los días más largos del año. El verano mete ya la pata bajo la puerta y saluda: está a punto de entrar. Háganle sitio en sus casas, preparen el cambio de armario, saquen las sandalias y el billete de avión y disfruten de esa sensación que da el saber que, a la vuelta de la esquina, esperan las vacaciones.
Aquí hace semanas que se respira verano: los autobuses, el supermercado, las tiendas… todo huele a crema solar. Resuenan los flip, flop de las chanclas en las aceras y la ciudad se queda vacía cada domingo. Solo falta que termine el colegio y pronto habrá sitio de sobra donde aparcar cerca de casa y quedarán escasos tramos de arena libre en las playas.
Este será mi primer verano, verano desde 1999. El primero sin trabajar, enterito para mí. Lo miro -ahora frente a frente- y se me escapa una sonrisa: algo bueno tenía que tener esto del paro, que te toque en verano. El invierno es otra cosa, pero eso ya se verá.
No obstante, y aunque suene raro, todavía me quedan un par de semanas para las vacaciones, el sprint final: dos semanas de curso intensas. Y luego me tomaré un buen descanso, uno laaargo, de sol, arena y mar mediterráneo. Escaparé unos días a casa (familia, amigos detodalavida y océano atlántico) pero volveré antes de que la isla se dé cuenta de que me he marchado…
Imagino que todos habéis desempolvado los planes de veraneo y estáis contando los días. Muchos ya habrán colgado los bártulos y estarán ahora disfrutando de esa deliciosa sensación que es ser consciente de tooooodas las horas que tienen los días.
Siempre lo he pensado y, aún en mis nuevas circunstancias, todavía lo pienso: una de las mejores cosas del trabajo (si no la mejor) son las vacaciones 😛
Feliz semana, feliz verano