Por Eva Diz
Mi post de hoy es un hecho real. Es la reproducción de una conversación telefónica que tuve la semana pasada con la Administración autonómica. Todavía estoy tratando de asimilarlo.
Lunes. 11.10 horas. Descuelgo el teléfono y marco el número de teléfono de la Dirección General de Responsabilidad Social Corporativa del Govern…
– (Al otro lado) ¿Sí? Conselleria de Treball, digui.
– Hola, buenos días. Mire yo llamaba para informarme de los cursos y ayudas que tenéis para mujeres emprendedoras.
– Ah, sí. Mira, la chica que lo lleva no está ahora mismo. ¿Puedes llamar en media horita y preguntar por XX?
– Sí, por supuesto. Muchísimas gracias.
(… espero mi media hora y vuelvo a marcar)
– Hola, buenos días, ¿la señora XX?
– Sí, soy yo, ¿quién llama?
– Soy Eva y llamo porque estaba interesada en recibir información sobre formación y ayudas para mujeres emprendedoras. Creo que, en concreto, teníais un curso para mujeres que querían montar su empresa, ¿vais a hacer nuevas convocatorias?
– Mira, ese curso ya se terminó y ahora no sabemos si habrá más. Bueno es que ahora, no sabemos. Mira, la verdad es que fue un curso fantástico, les hicimos un seguimiento de todo y algunas empezaron su empresa.
– Sí, sí, lo conozco. Precisamente, me gustaría saber si se hará de nuevo, no digo ahora, pero en septiembre/octubre, no sé.
– No sabemos. Fue una gran iniciativa, pero era un programa piloto. Nos gustaría que siguiese, pero no sabemos qué pasará.
– Ah, ya, claro, las elecciones. Pero, otros cursos, otra formación de este estilo, o ayudas o subvenciones, no sé. ¿Tenéis un calendario de convocatorias, de plazos?
– Es que ahora no hay nada ya. Hasta que pase esto (las elecciones), creo que hay una línea de ayudas para emprendedores y empresarios, pero tú ¿eres parada?
– Sí, bueno, lo seré el día 20, pero quería estar preparada, saber qué opciones tengo…
– Sí, pero para todo esto tienes que ser autónoma, darte de alta. Y es un poco complicado conseguir una subvención porque hay muy poco dinero, sabes. Ahora ya no hay nada. Hicimos ese curso de mujeres que funcionó fenomenal. Fue una experiencia estupenda, trabajamos mucho por esas mujeres…
– Sí, sí, eso seguro, pero…
– … y seguiremos con ellas, porque fue un gran proyecto, el apoyo era total y seguirá siéndolo porque estaremos ahí para ayudarlas aunque no estemos aquí. Se creó un vínculo muy fuerte, ¿sabes? (blablablablabla…)
– Sí (tono desesperado, casi irritado), pero yo quiero saber si hay formación o ayudas para que una mujer en paro de unos 30 años pueda montar algo por su cuenta.
– Pues no, ahora no. Lo único es lo que te dije, una línea de ayudas pero para eso has de ser autónoma y presentarte el primer día primera hora después de que se publique en el Boletín Oficial de la Comunidad (BOIB) con toda la documentación y si te falta un papel pues ya te mandan para el final y ya te quedas sin opción a la subvención. Porque las pide mucha gente, ¿sabes? Pero bueno, si quieres puedes hablar con mis compañeros de subvenciones porque quizás ellos sepan si hay algo más que se ajuste a ti.
– Bueno, no se preocupe. Creo que se me han quitado las ganas de hacer nada. Gracias.
Colgué y pensé: ¿Esto se lo dirán a las pobres mujeres que en plena desesperación del paro se arman de valor y deciden montar una empresita? Puf.